
Y no se trata de amor, sino de los nervios por que la cosa vaya bien y que no se estropee todo por una mala experiencia en la cama. Es cierto que los hombres tienen mucha presión a la hora de tener sexo en cada nueva relación: se obsesionan con los tiempos, medidas o incluso con el simple hecho de que los nervios no traicionen a su erección. Ver disfrutar a la otra persona a veces puede resultar ser el mejor afrodisiaco. Sin embargo, tenemos la sensación de que solo hay una oportunidad para demostrar nuestras dotes amatorias antes de ser descalificados. La siguiente duda es si realmente hombres y mujeres coincidimos en este concepto. O eso dicen los expertos. Otros estudios recopilados por Michael Castleman en Psychology Todayhablaban de que, pese a lo que se suele pensar, los hombres también valoran que su pareja dedique tiempo a los mal llamados juegos preliminares que muchas veces pueden ser no un juego previo, sino los grandes protagonistas o el mejor fin de fiesta. Así que saber improvisar y salirse del guion es también una cualidad especialmente valorada. Respecto a las relaciones entre lesbianas salirse del coitocentrismo, es decir, de lo de siempre, es la clave.
Cómo tocar a un hombre para que enloquezca Zonas erógenas de los hombres Lo primero que debes saber es dónde tocar o acariciar a un hombre para excitarle. Estas son algunas zonas que producen gran excitación a un hombre: Orejas. Una zona bastante sensible que da mucho juego para ser estimulada con la lengua, los labios, o con un leve bisbiseo. Plagado de terminaciones nerviosas que ponen la piel de gallina y suman excitación al encuentro sexual.