
Al acabar nuestra cita de agosto deJustin me acompañó al coche, donde, nervioso, me dio un beso. Cuando le devolví el beso, lo celebró con los puños en el aire, como si acabara de ganar algo. Me senté en el asiento del conductor, emocionada porque nuestra segunda cita había ido tan bien como la primera. Justin ya había elegido restaurante para la tercera cita, que estaba fijada para dentro de seis semanas, cuando vaciara su agenda de viajes. Durante los siguientes días, me movía con ligereza y alegría, convencida de que sentía la combinación adecuada de emoción y certidumbre que se supone que hay que sentir después de quedar con quien podría ser el elegido. Solamente tenía que esperar hasta octubre. Justin parecía merecer la espera teniendo en cuenta que, después de divorciarme a los 30, me había sido imposible encontrar el amor.
Diez conversaciones sobre sexo a las que ninguna pareja debería renunciar María Ester tiene 46 años, es soltera sin hijos, trabaja, estudia un magíster y vive sola. La investigación abarcó a hombres y mujeres que primero fueron entrevistados cuando tenían 11 años y se les hizo un seguimiento para saber qué fue de sus vidas 40 años después. Esto abarca a las que siguen estudios universitarios y de postgrado. Se podría decir que la revolución de las solteras partió en la década del 60 y 70, cuando los movimientos feministas incentivaron la autonomía e independencia de miles de mujeres europeas. María Ester es un claro ejemplo de ello. Viaja al extranjero por lo menos dos veces al año, después del trabajo va al gimnasio o a almorzar con sus amigas sin tener que darle explicaciones a nadie. La madama no necesita de un hombre para tener una vida; si lo encuentra, perfecto.
Al llegar a la mediana edad, ellas comienzan a experimentar la pérdida de libido y, como resultado inmediato, a preocuparse y a aumentar su endeblez. Sin embargo, y pese a anatomía un procedimiento muy frecuente en levante tipo de estudios, nunca antes el porcentaje había sido tan alto. Para algunas mujeres puede ser el resultado del cambio en sus niveles hormonales. Por ejemplo, durante el ciclo menstrual estas fluctuaciones pueden causar hinchazón, cansancio y dolores, lo que a buen seguro repercute en el interés por el sexo. Todo vale para reedescubruir el deseo y arreglar un boda sin sexo.
Ya muchas se pasen la vida buscando a su pareja ideal, y desde niñas tengan el sueño de casarse y convertirse en madres de comunidad, no todas piensan igual. Como es lógico, no todas las mujeres comparten el sueño de tener una galán siempre a su lado. Una de las ventajas de estar soltera a los 40 es que, al estar independiente y sin tener que rendirle cuentas a nadie, el tiempo libre puede ser lo que plazca. No hay mayor placer que salir del trabajo pensando en los planes que vas a hacer en ese tiempo libre que te dedicas a ti misma, a tu familia o amistades. Viajas adónde quieras No todas la relaciones o familias son una amarre o cadena permanente a la apartamento. Una de las mejores cosas de la soltería es poder hacer las cosas a tu manera, sin que eso le moleste a nadie.