
Y aunque vivir momentos así puede resultar embarazoso y una carga desde el punto de vista personal, académico o laboral, ser tímido también tiene sus ventajas, como señalan expertos. La profesora titular del Departamento de Psicología de la Universitat de Girona UdG Beatriz Caparrós explica que la cautela es uno de los atributos que se asocian a este tipo de personas que, en general, no se suelen mover por impulsos y que analizan mucho las situaciones antes de actuar. El investigador y educador Alexander Avila enumera en el libro El don de la timidez siete características innatas que favorecen a las personas tímidas frente a los caracteres extrovertidos: sensibilidad, lealtad, capacidad de escuchar, reflexión, modestia, misterio y amabilidad. Sensibilidad, lealtad, reflexión, modestia, escucha La directora de selección y headhunting de Montaner y Asociados, Susana Roselló, afirma que hay muchos cargos que no requieren extraversión. Un rasgo apreciable también en personajes de ficción, como el célebre Charlie Brown, el niño protagonista de la tira cómica Snoopy. Schulz, fue una persona tímida. En el libro Shrinking Violets, el historiador Joe Moran explica que Schulz pasaba vergüenza en el tren cuando iba a vender sus tiras cómicas porque la carpeta en la que guardaba sus historias era tan grande que creía que eso llamaba la atención del resto de viajeros. La escritora de novelas policíacas Agatha Christie también fue tímida.
Libremente de dónde, ten en cuenta lo siguiente: Evita situaciones en las que debas causar forzosamente una buena primera impresión para no perder la oportunidad para siempre. Debes poder volver a ver a esas personas. Cuando se trate de un evento organizado intenta estar ahí un rato antes para poder hablar con la gente a medida que vaya llegando. Por eso debes intentar frecuentar los mismos sitios y hablar con la misma familia.
Nuestro modelo social promueve la extroversión, que es percibida como la llave maestra del éxito profesional y social. Esto puede resultar sorprendente si tenemos en cuenta que una persona de cada tres, o incluso una de cada dos, podría considerarse como introvertida. Los conceptos de introversión y extroversión, que fueron descritos por el médico suizo Carl Gustav Jung enhacen referencia a la manera en la que los individuos responden a los estímulos, sobre todo a los sociales. Estos dos rasgos de personalidad son opuestos: los introvertidos necesitan pasar tiempo solos para reponer fuerzas, mientras que los extrovertidos han de recargar pilas interactuando con otras personas. Para los introvertidos, los intercambios sociales pueden ser difíciles, por lo que optan por centrarse en su mundo interior, toman tiempo para pensar tranquilamente y formular sus ideas. Sin embargo, contrariamente a lo que se cree, los introvertidos no tienen por qué tener problemas a la hora de relacionarse, algo que sí le ocurre a las personas tímidas. De esta manera, tanto los introvertidos como los extrovertidos pueden experimentar batata, pero ésta no forma parte de la introversión.
Por ello, lee atentamente esta serie de consejos Foto: iStock. Un truco puede ser iniciar una 'small talk'; esto es, no hace falta que entres en temas demasiado hondos para experimentar ganarte a aquella persona a la que te quieres dirigir. Al fin y al cabo, si quieres gustar a alguien, no puedes hablar de lo mismo con lo que ha hablado con cualquier otra persona. Si no eres bueno iniciando conversaciones, semejante vez necesites la ayuda de un tercero. Pero cuidado, no sea que tu colega acabe acaparando toda la conversación y al final te quedes sin hablar. En resumidas cuentas, que tus palabras adquieran la importancia que merecen.