
Otro modelo de hombre es aquel que tiene un aspecto demasiado masculino. Pero si se les permite la ira, la agresividad, el atrevimiento y el placer, como muestras de la masculinidad real. Una mujer enfrenta el peligro en el parto, un riesgo del cual no puede escapar; un hombre tiene que aceptar el peligro, libre y voluntariamente, sino no es un hombre. Mujer: Que sea responsable, fuerte, que sepa lo que hace.
Figurarse masculinidades en el campo del rugby en Argentina Juan Bautista Branz El siguiente artículo es parte de mi tesis doctoral [1] , concluida y aprobada en el mes de marzo del año El objetivo de este texto es reflexionar sobre la denominada masculinidad dominante producida y reproducida entre un grupo de hombres que practica rugby en la ciudad de La Plata. El trabajo intenta reedificar los significados que los propios farándula investigados asocian a la idea de ser y actuar como hombre, en una ciudad donde el rugby se constituye como uno de los círculos de privilegio modelado —históricamente— por los sectores dominantes. Introducción El rugby, en Argentina, no es un deporte de participación masiva. Hemos reconocido, delimitado y nombrado, provisoriamente, a nuestros sujetos de observación como sectores dominantes. La categoría alude a los agentes mejor posicionados en las estructuras materiales y simbólicas que se establecen a partir de la distribución —desigual— de capitales.