
Saber ligar es importante si estamos interesados en encontrar una pareja sexual o formal con la que construir un futuro. El problema es que muchas veces perdemos oportunidades o no somos capaces de dar el paso clave para empezar a conocer. Parece que siempre estemos esperando a que sea la otra persona la que de el primer paso, la que se lance a decirnos si queremos quedar con él o ella, y a veces, de tanto esperar, ese potencial ligue acaba caducando y al final nos quedamos a dos velas. Era él quien tenía que ser el pretendiente e ir a conquistarlaporque si era ella quien lo hacía se la premiaba con un montón de calificativos nada agradables. Sea como sea, hombres o mujeres, la idea es que si quieres conseguir esa pareja o amante tan esperado, has de seguir algunos pasos importantes desde el punto de vista psicológico. Si quieres saber algunas claves para aprender a ligar con éxito aquí te las exponemos a continuación. Perder el miedo al rechazo Mucha gente no es capaz de lanzarse a ligar con alguien que le gusta por temor a que le de una negativa. Nos duele mucho que nos rechacen, es como un puñal que lastima nuestro ego y en realidad es todo por nuestra mentalidad. Hay que concienciarse de que los rechazos son absolutamente normales porque es imposible gustarle a todo el mundo.
Para determinarlo, habría que pensar en cómo se comportan las mujeres inteligentes. En primer lugar, han dedicado su biografía a los estudios y acumulan experimento a partir de ellos. Extraen conclusiones de los ejemplos que le dan sus amigos y su familia. Desde un principio, ya saben lo que les gusta y lo que no. Por esta razón son también selectivas. Se trata de una clase de personas poco conformistas.
Tenemos prisas por llegar a la meta y nos olvidamos de que ellas piensan y sienten distinto a nosotros. Su autoconcepto y el nuestro son distintos; tenemos que tenerlo en cuenta para poder comunicarnos asertivamente y eficacia avanzar en nuestra relación. Por antonomasia, mucha gente sigue pensando que, una chica que se va a la cama con muchos chicos es una cualquiera y el hombre que tiene a muchas chicas es un as. Como ya hemos apuntado, los chicos somos impacientes y, cuando queremos amor, nos cegamos y solo vemos a la chica y nuestra meta. Piensan en el contexto social, en la persona que tienen delante y en cómo se van a sentir después de acostarse con nosotros. Por motivos sociales y biológicos, que contaremos otro día, el sexo, para ellas, guarda una estrecha relación con su autoconcepto.