
Respuesta: Alabado sea Allah. Este bendito mes es una gran oportunidad para la bondad, las bendiciones, la adoración y la obediencia a Allah. Es un mes cuyo comienzo es misericordia, su mitad es perdón, y su finalización es redención del Fuego. Por lo tanto, da gracias a Él por esta estación de bondad y bendición que Él te ha conferido, y por las diversas formas de misericordia y bendiciones para las cuales te ha designado. Haz que la mayor parte de este tiempo bendito esté lleno con actos de culto y el abandono de las cosas prohibidas, para que puedas lograr una buena vida en este mundo y la felicidad después de la muerte. Por Su gracia, nuestro Generoso Señor ha conferido Su misericordia a los creyentes ayunantes y multiplica la recompensa para ellos en esta ocasión bendita, entonces Él da abundantemente y recompensa generosamente las obras rectas. Porque la fe se incrementa y decrece. Se incrementa con la obediencia a Allah y decrece con la desobediencia y el pecado.
La Naturaleza sólo espera dos cosas de ti: que sobrevivas y que te reproduzcas. Tu reto es hacer lo segundo antes de que tu biografía limitada termine. Uno de los caminos es aprender artes marciales. Una de las formas es aprender las artes venusianas. Es una disciplina que ayuda a la supervivencia. La preparación y el entrenamiento pueden marcar la divergencia entre sobrevivir y morir. De forma similar, no basta con ser lo suficientemente guapo para empezar satisfactoriamente una relación sexual.
Juan Valera Doña Antonia amaneció con un tremendo jaquecazo, enfermedad a que época muy propensa. Tuvo, pues, que guardar cama y no pudo acompañar a paseo a su hija Lucía; empero, como el mal no era de cuidado, y ya Lucía tenía acordado el paseo con su amiga, se decidió que el Comendador las acompañase. La amiga de Lucía vivía en la casa inmediata, Un muro separaba los patios de una casa y otra. No se hizo aguardar la contestación. Salieron D.
Le casaremos con Clarita, aunque rabie doña Blanca. Pierde cuidado. Harto sé yo quién es doña Blanca. Es total el imperio que ejerce sobre su hija. El respeto y el alarma que le infunde exceden a todo encarecimiento. A terca nadie le albedrío. Sin embargo, importa mucho la miramiento. Doña Blanca, llevada al extremo, pudiera hacer alguna locura. Después de esta larga conversación, y perfectamente de armonía el Comendador y el padre Jacinto, el primero se volvió a la ciudad en aquel mismo día para que su ausencia no se extrañase.