
Aunque mantenemos nuestra esencia, hay características personales que varían y que acaban afectando a las decisiones. Entre los 16 y los 20 años Publicidad Los adolescentes, en general, son cócteles de hormonas, emociones e idealizaciones que nutren el cerebro y lo hacen explotar en innumerables fantasías de película. Por eso, en el caso de las chicas heterosexuales, buscan a ese chico alto, guapo, mayor que ellas y con toque rebelde: un canalla en toda regla. En las ficciones americanas, estos sujetos sacarían pelotas del estadio sin despeinarse. Y es que a ellas les da igual si el chaval es buen tío o no. Lo que quieren es alcanzar su Everest, es decir, gustar al chico popular, generalmente con moto y que juguetea con los límites de la ley. A John Travolta en los años 70 o a Quimi de Compañeros en los
Libremente de dónde, ten en cuenta lo siguiente: Evita situaciones en las que debas causar forzosamente una buena primera impresión para no perder la oportunidad para siempre. Debes poder volver a ver a esas personas. Cuando se trate de un evento organizado intenta estar ahí un rato antes para poder hablar con la gente a medida que vaya llegando. Por eso debes intentar frecuentar los mismos sitios y hablar con la misma familia. No desistas a las primeras de cambio.
Son muchas las mujeres que han alterado la historia en el tiempo que les tocó vivir y que han desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de los acontecimientos. Grandes revolucionarias que, día a día, rompieron con lo establecido en cada uno de sus campos y, también, en la sociedad. Hoy, en Sapos y Princesas, rendimos un humilde homenaje a 20 mujeres que marcaron un antes y un después en la historia y que guiaron y guían nuestros pasos en la batalla por una academia en la que ser mujer no cierre puertas y el machismo no exista. Pionera en el campo de la radiactividad —realizó el hallazgo de dos nuevos elementos: el Polonio y el Radio—, fue la primera andoba en recibir dos premios Nobel en distintas especialidades física y química. Y la primera mujer en ocupar el puesto de profesora en la Facultad de París. Marie Curie tuvo que luchar para poder convertirse en científica, ya que en Polonia las mujeres no podían acceder a estudios universitarios. Tuvo que compaginar los cuidados de sus dos hijas con su biografía científica. Marie Curie en su farmacia Fuente: Canva 2.