El chorrazo. No, así no es cómo se corren las mujeres. Así que no necesariamente, al menos. Todo eso ya los ponéis vosotros cuando estéis preparados.
Y, probablemente, en relación con el culminación masculino. Vamos a vivir el sexo… en el umbral de la pasión. Por ello, figurativamente, podemos decir que es una frontera, pues indica el final o los límites de un objeto. Ahora bien, como verbo significa «avanzar lentamente». Edging no es «negación del orgasmo»… pero casi, casi. En este sentido, hay una persona que acata la orden de mantenerse en los niveles de excitación que se le mandan, so pena de la estimulación a la que esté siendo sometida. La negación del orgasmo no tiene por qué conllevar esta «empatía» per se. Si bien, la generalidad de las formas son distintas en función del sexo. Y es que convertirse en un experto o ilustrada en edging conlleva ejercitarse y foguear con diversas técnicas, de manera constante.
Una descripción fisiológica haría referencia a la descarga repentina de la tensión venéreo acumulada durante el ciclo de la respuesta sexual en forma de contracciones musculares rítmicas en la región pélvica que resultan placenteras, si bien las diferentes disciplinas definen este concepto teniendo en cuenta tanto los cambios fisiológicos del cuerpo como los emocionales y cognitivos. Las bases del estudio del orgasmo fueron asentadas tanto por Alfred Kinsey, con sus investigaciones a mediados del siglo XX sobre el actitud sexual en el hombre y en la mujer, como por William H. Esto llevó a establecer la sexología como una disciplina científica y a día de hoy siguen siendo un referente en las teorías sobre el orgasmo. Por otra parte, tal como recuerda Cecilia Bizzotto, portavoz de JOYclub en España, el orgasmo femenino fue algo que se intentó ocultar y evitar durante siglos. Sin embargo aproximadamente del clímax de la mujer circulan todo tipo de historias y curiosidades. En ese contexto histórico, esto se llamaba 'paroxismo histérico' ya que lo que verdaderamente se estaba considerando una enfermedad no era otra cosa que la represión del deseo sexual en las mujeres. Hay una gran falta de conocimiento cuando se habla del placer femenino.
GTRES Busco el que suele funcionar para estos casos, uno que vi hace años de una pareja en un vestuario, y el resto es biografía. O, en este caso, orgasmo. Para empezar, no tiene nada de avieso. Si cada persona es un globo con su sexualidad, y somos miles de millones, la cantidad de sexualidades diferentes es inmensa. Esto no significa que lo use siempre. Si afuera imprescindible que mi mente proyectara levante tipo de pensamientos cada vez que intimo, significaría que no soy advertido de disfrutar plenamente del momento. Empero para ciertas ocasiones, cuando me falta un plus o, simplemente, me apetece, lo reproduzco mentalmente.