
El consentirlos es otro cantar. Este mandamiento nos ayuda a liberar el corazón de esos deseos impuros, que tanto manchan el alma. Trata de salvaguardar la virtud de la castidad en su propia raíz, en el corazón de la persona humana. En un día de lluvia, dos monjes encontraron una muchacha muy hermosa con largos vestidos y zapatos de seda junto a un camino fangoso. Uno de ellos, por caridad, la tomó en brazos para llevarla al otro lado del camino, para que no se manchase. La pureza comienza primero en tu corazón.
En que se declara lo que se ha de obrar Lección Increíble parece lo que ciegan los vicios, y el querer cada cual interpretar la Santa Biblia a su antojo. Una de las primeras herejías de Lutero fue, que para salvarse no se necesita guardar los Mandamientos. Cristo, al decir que quien cree se andanada, contrapone a esa sentencia esta otra: y quien no cree, se anatema. Baste por ahora llamar la atención del que esto lee, a la infinita Majestad y Bondad del Señor, a quien no quiere obedecer quien peca.