
Por Laura Ruiz. Actualizado: 20 enero Imagen: top1walls. Pero la realidad es que el sexo oral es una experiencia muy placentera para ellos tanto como lo es para nosotras, e incluso el acto de hacerle una felación a tu pareja puede conseguir excitarte si sabes disfrutarla. En unComo. El sexo oral es un juego como cualquier otro que no solo consigue excitar a tu chico sino que también puede favorecerte a ti. Al ver como tu pareja disfruta es normal que tu también te excites, creando un vínculo sexual importante entre ambos. Este es uno de los motivos por los que tu chico disfruta tanto el sexo oral.
Y es que, si no tienes ganas de notar miembros viriles en tu viril esfínter, obviamente, la cosa no va a funcionar. O al aparte, probar una vez. Para que no digan que no lo has axiomático todo en esta vida. Si el conjuro lo haces mientras escuchas un single de Madonna al revés y te bebes la sangre de encogido vírgenes, tiene el doble de eficacia. No sólo para la penetración rectal, claro, también para tu vida cotidiana. Pero el caso es que es importante llevar una buena respiración, que nos lleve a la relajación de los esfínteres. Sólo que, hasta que te hayas adaptado al pene en tu interior, te relajes. Una tiempo lo tengas ya todo controlado, puedes dedicarte a respirar y gemir como si no hubiera un mañana.
Crédito: iStock Dar placer con la jeta y los labios a una parte tan sensible de la anatomía masculina tiene sus claves. Lo primero que debes tener en mente es emular los movimientos de la penetración, teniendo cuidado de que tus dientes se mantengan lejos de la acción. La técnica. También puedes hacer movimientos laterales y alternar ambos movimientos. La cabeza del pene es donde se encuentra la mayor cantidad de terminaciones nerviosas. Puedes también ejercer presión con tus labios. Usa tus manos.
Todas las respuestas hacia este tipo de acto sexual son posibles y bien normales. Es importante saber qué es el semen como sustancia El esperma, cuando no hay alguna infección o anomalía, tiene una textura viscosa, un color blanquecino, olor a cloro y un sabor agridulce, que puede transformar ligeramente en función de la abstinencia que lleve el hombre. Este tipo de enfermedades no se transmiten únicamente practicando sexo vaginal o anal , pues al entrar en contacto el fluido con nuestra saliva también se transmite. Algunas especies animales también lo hacen.